Primera vez en el psicólogo/a

La primera sesión, sea la primera vez que acudes al psicólogo o no, es una de las más complejas del proceso terapéutico. Genera una gran incertidumbre y vamos con un elevado desbordamiento emocional, ya que nuestra demanda es la de cambiar un malestar que nos está haciendo mucho daño.

Lo primero de todo es desculpabilizarse por acudir al psicólogo/a:

  • no eres incapaz ni un desastre
  • no estás sólo/a, no te está pasando nada que no le haya sucedido a nadie
  • no estás loco/a ni eres más raro/a que nadie 

Es imposible ver la problemática desde dentro de una manera objetiva. No tenemos un cerebro emocional y otro racional, nuestro cerebro es uno, único, con toda la subjetividad que implica lo que hemos vivido. Por ello, cualquier persona que acude a consulta (sea maestro, dependiente, comercial, psicólogo, médico,...) necesita apoyarse en la visión externa de otra persona para generar debate y esclarecer sucesos.

Los psicólogos también acudimos a terapia porque tener herramientas es muy importante, pero también lo es tener a alguien que:

  • nos ayuda a desgranar los problemas desde fuera
  • nos brinda apoyo emocional y refugio

Sensaciones emocionales 

A la primera sesión acudimos con la urgencia del problema. Estamos muy enfocados en retransmitir con la mayor claridad posible lo que nos preocupa.

Acudimos con el alivio de soltar el problema y la esperanza de encontrar una solución.

Pero también con el miedo a hablar de cosas para las que aún no estamos preparados, la angustia del problema, la sensación de culpabilidad por lo que sufrimos o frustración por no haber encontrado la solución o vernos incapacitados para tomar la decisión que creemos que nos hará sentir mejor.

A veces, acudimos con la desilusión de haber probado millones de cosas y la desesperanza al ver que no nos sentíamos tan aliviados o en paz como esperábamos.

Antes de acudir a la sesión 

Toma unos minutos para respirar con calma:

Al acercarse el momento de hablar sobre el problema, conectamos con un montón de vivencias de las cuales no estamos preparados para hablar aún, la mera idea de airearlo a un desconocido puede llevarnos a una angustia muy elevada.

No hay ninguna prisa, tómate tu tiempo. Recuerda:

  • decidiendo ir ya estoy en el camino de sentirme mejor
  • no tengo por qué hablar de nada de lo que no me sienta cómodo/a
  • estoy en manos de un experto/a, sabrá guiarme y preguntarme, me limitaré a ser sincero/a conmigo mismo/a

Focalízate en ti:

Tu papel en la primera sesión será el de ver cómo te sientes con la persona que va a recorrer el camino contigo

¿podrías llegar a desarrollar confianza?

¿te has sentido acogido/a?

¿al finalizar te sentiste un poco más aliviado/a?

¿sientes que la persona que está escuchándote te hace sentir cómodo/a para seguir acompañándote?

Qué esperar del terapeuta

El psicólogo/a también analizará su propia comodidad e indagará sobre el paciente, siempre preguntando por información que pueda estar relacionada con la problemática..

Para ello podrá hacer preguntas sobre eventos pasados, pero sobre todo se centrará en cómo te sientes ahora y a qué cosas lo atribuyes a priori:

  • ¿Cómo te sientes? ¿qué ha pasado?
  • ¿Cuándo empezó el problema?
  • ¿Qué herramientas has intentado? ¿has acudido antes a terapia?
  • ¿Qué apoyos has tenido?
  • ¿Has pasado por algún evento estresante?
  • ¿Enfermedades? ...

Recogerá datos básicos: nombre, edad, convivientes, familia nuclear, datas de contacto,...

Y explicará, a priori, algunos elementos de la problemática como objetivos a trabajar. Establecerá si se ve capacitado/a para asumir la intervención terapéutica y expondrá el marco terapéutico:

  • su metodología
  • normas en las sesiones (duración, horarios, cancelaciones,...)
  • método de pago
  • explicará los derechos de protección de datos, para que el paciente pueda conocer la gestión de su privacidad

Finalmente, será firmado por el psicólogo/a y el paciente o tutor legal para confirmar que se ha comprendido todo y se le permite al profesional el manejo confidencial de los datos y el inicio del proceso terapéutico, el cual no supone ningún tipo de riesgo sobre la salud del individuo.

En este punto, también debemos saber unos mínimos sobre su capacitación profesional:

  • titulación (Grado en Psicología)
  • está habilitado/a para el ejercicio de la misma en el ámbito clínico (Máster general sanitario o habilitación sanitaria)
  • está colegiado/a (número que debe aparecer en el documento firmado)

Hablar sobre estas condiciones nos transmitirá calma sobre la seriedad del profesional.

No implica renunciar a ningún derecho individual:

Firmando o no el documento, el paciente tiene completa libertad de retirarse del procedimiento en cualquier momento, así como, decidir finalmente no comenzar con la terapia, cambiar de profesional o eliminar los datos aportados.

Espero que toda esta información os ayude a acudir mayor confianza a la primera sesión, respetar vuestras emociones y escuchar cómo os hace sentir la relación con él/la profesional. Un abrazo.

- Patricia Rubio Fernández