SERVICIOS DE TERAPIA


INFANCIA (2 a 12 años)

  • Estimulación temprana del desarrollo (de 2 a 6 años):
    • Cognitivo
    • Socio-emocional
    • De la comunicación y lenguaje
    • Psicomotor
  • Estimular capacidades cognitivas para el aprendizaje académico:
    • Funciones ejecutivas
    • Atención
    • Orden y secuencialidad
    • Autocontrol
    • Comunicación y lenguaje
    • Memoria
    • Lecto-escritura
  • Estimular el área social:
    • Interés y motivación social
    • Habilidades sociales
    • Mejorar la adaptación con sus iguales
    • Interacción y relación con sus cuidadores
    • Teoría de la mente y habilidades mentalistas
    • Uso del intercambio y la empatía
  • Desarrollar la inteligencia emocional:
    • Conocer y comprender las emociones
    • Identificar y etiquetar las emociones
    • Gestionar emociones básicas
    • Manejar la tolerancia a la frustración. Favorecer la petición de ayuda ante tareas complejas y su finalización sin dejarlas a medias
  • Gestionar miedos infantiles:
    • Problemas de ansiedad
    • Somatizaciones y dolores sin causa física
    • Miedo a la muerte o a la pérdida
    • Pesadillas, terrrores nocturnos y dificultades para dormir
    • Problemas para ir al colegio. Llanto excesivo, dolores somáticos, incapacidad para calmarse, insomnio.
    • Ansiedad a la separación
    • Fobia específica a situaciones, animales,...
  • Duelo infantil:
    • Separación
    • Divorcio
    • Defunción
    • Cambio de domicilio, colegio, clase o ciclo académico
    • Cambios en la estructura familiar (nacimientos, nuevos convivientes, emancipación,...)
  • Problemas en el manejo de conducta:
    • Conductas repetitivas y rigidez a los cambios
    • Bajo autocontrol e impulsividad
    • Rabietas y llamadas de atención
    • Golpes o arañazos,...
  • Construcción de un concepto general positivo hacia sá mismo/a y hacia los demás:
    • Autonomía e independencia, la responsabilización de tareas adecuadas a su edad
    • Integrar una autoestima sólida
    • Identidad estable con sus puntos fuertes y débiles
    • Reducir el perfeccionismo y la autoexigencia como factores de aprendizaje. Admitir el fallo y la posibilidad de fracaso en la consecución de metas.
    • Matizar la competitividad hacia los demás por la motivación hacia sus objetivos. Reducir la desmotivación ante la pérdida y el uso de la mentira o el engaño como herramientas

PRIMERA FASE:EVALUACIóN

Con los menores se procederá haciendo una evaluación neuropsicológica y emocional inicial, en la que se recogerá de información del menor y los progenitores sobre su desarrollo y problemática actual.

En un periodo aproximado de un mes tras la última sesión de valoración, se citará a los padres para explicar los resultados, acogerles y dar orientación, para que puedan tomar la decisión más adecuada. Dicho informe pueden decidir compartirlo con otros profesionales (médicos, educadores, logopedas, otros psicólogos o pedagogos) y comenzar la intervención desde otros dispositivos y/o en este gabinete.

Si dispone de informes y valoraciones previas, debe trasladar todos estos documentos. Estos, junto a la información recogida sobre la situación actual y si fuera necesaria la actualización de alguna prueba, se emitirá un informe actualizado. Este reflejará la situación del menor y los objetivos a trabajar, en algunas ocaiones, sin tener que realizar una evaluación neruropsicológica y emocional completa de nuevo.

SEGUNDA FASE: INTERVENCIóN

A través del juego, el uso de cuentos y el material terapéutico adaptado a la infancia, se pretende acercar la intervención psicológica al mundo del niño haciéndolo lúdico y poniendo las dificultades al nivel de desarrollo del menor para estimular su aprendizaje.

Las sesiones se realizarán en ocasiones a solas con el menor, y en otras ocasiones con los padres presentes en el aula para modelar y observar ciertas prácticas, permitiendo a los padres entrenar el manejo y enseñanza de ciertas pautas para su aplicación en casa. Algunas veces, se solicitará por petición del terapeuta o interés de los padres la asistencia única de los padres sin el menor para resolver dudas y establecer protocolos de actuación con rapidez dejando al menor al margen y solventando posibles preocupaciones en el entorno familiar.

Una vez al año se realizará un informe de seguimiento que se entregará a los padres explicándoles cuál es la situación del menor en cada uno de los objetivos de intervención propuestos. De esta forma, dicho informe podrá ser compartido con otros profesionales si los padres lo requieren.

Cómo empezar


ADOLESCENCIA (13-18 años)

  • Estimular capacidades cognitivas:
    • Habilidades para la planificación
    • Impulsividad y dificultades de inhibición
    • Dificultades atencionales
    • Problemas de aprendizaje: logico-matemático, del lenguaje o la lectoescritura
    • Organización y técnicas de estudio
  • Atención en el área socio-emocional:
    • Entrenamiento en habilidades sociales
    • Aumentar identificación y comprensión emocional
    • Manejar la tolerancia a la frustración
    • Gestionar problemas de regulación emocional
      • Llanto desconsolado
      • Estallido emocional 
      • Cambios bruscos en estado de ánimo
      • Aislamiento
      • Irritabilidad
      • Baja expresión emocional
    • Gestión de la ansiedad y disminución de sintomatología ansiosa:
      • Miedos derivados de experiencias desagradables
      • Nerviosismo e hiperventilación
      • ataques de pánico
      • Ansiedad a los exámenes y la evaluación
      • Miedo a exponer en público
      • Miedo a conocer gente nueva
      • Fobias y miedos específicos
    • Aumentar la sensación general de motivación y propósito, aumentar estado de ánimo
  •  Gestión de situaciones adversas:
    • Entrenamiento en habilidades de afrontamiento
    • Comprensión y gestión de impacto derivado del bullying
    • Manejo de la dependencia emocional, relaciones tóxicas
    • Duelo por
      • divorcio,
      • separación,
      • defunción,
      • cambios (domicilio, familia, escuela, amigos,...)
  • Problemas en el manejo de conducta:
    • Conductas repetitivas y rigidez a los cambios
    • Bajo autocontrol e impulsividad
    • Rabietas y golpes (a los demás, al inmueble o a sí mismo/a)
    • Conflictos familiares continuos (por gestión de responsabilidades, reparto de tareas, uso tecnológico,etc.)
  • Construcción de un concepto general positivo hacia sí mismo/a y hacia los demás:
    • Aumentar la autonomía e independencia. La responsabilización y motivación sobre las dimensiones propias y el compromiso de convivencia con los demás
    • Integrar una autoestima sólida
    • Desarrollar una identidad estable con sus puntos fuertes y débiles. Diferenciar el concepto individual de la pertenencia al grupo (influencia de los amigos/as).
    • Reducir el perfeccionismo y la autoexigencia como factores de aprendizaje. Admitir el fallo y la posibilidad de fracaso en la consecución de metas.  
    • Matizar la competitividad hacia los demás por la motivación hacia sus objetivos. Reducir la desmotivación ante la pérdida y el uso de la mentira o el engaño como herramientas de afrontamiento
  • Comprensión y desarrollo de un apego estable.

PRIMERA FASE: EVALUACIÓN, ACOGIDA Y VÍNCULO

Con los adolescentes el procedimiento es una mezcla entre lo realizado con niños y adultos.

Cuando no se disponga de suficiente información y se observe una alteración en el ámbito académico, se realizará una valoración neuropsicológica completa. En los casos en los que se observe un impacto en el ámbito social, familiar y/o en la relación consigo mismo/a, se realizarán cuestionarios y entrevistas de cribado sin necesidad de una valoración neuropsicológica completa. En ambos casos se emitirá un primer informe de evaluación.

Si no se requiere la aplicación de ningún tipo de prueba y solo se estima necesaria la recogida de información, se realizará una entrevista inicial con el menor en la que se forjará el vínculo terapéutico y la relación de confianza. En este punto, se observará si el menor muestra buena adhesión a la terapia y cuál es su percepción del problema.

Tras 4 sesiones de entrevista con el menor o la evaluación estandarizada, se haraá una sesión de orientación con los padres. En el primer caso, se compartirá directamente la información y objetivos de trabajo entre padres y terapeuta, en el segundo caso se devolverá la información del informe y se dará orientación familiar.

SEGUNDA FASE: INTERVENCIÓN Y MEDIACIÓN

El vínculo terapéutico adquiere un valor fundamental para los adolescentes, por lo que la terapeuta conservará el espacio de privacidad  del menor. De forma pararlela y salvaguardando dicha confianza, se acogerá a los tutores legales y se les dará pautas para el manejo de situaciones conflictivas, manteniéndoles informados de cualquier asunto de gravedad. 

Las sesiones giran en torno al adolescente por lo que este es el protagonista y se respetará la información que no desee compartir para favorecer el proceso terapéutico. En cambio, nos ayudaremos de la comunicación con padres y, si es necesario, otros profesionales (médicos, profesores,...) para optimizar las variables ambientales, facilitando la comprensión y empatía hacia el menor y su problemática.


ADULTOS (+18 años)

  • Modificar malos hábitos de salud: problemas de sueño, alimentación, rutina deportiva,...
  • Comprender y trabajar problemas de ansiedad y estrés:
    • Ansiedad laboral
    • Miedo a la exposición
    • Miedo a la evaluación
    • Pensamientos repetitivos
    • Comprobaciones y rituales
    • Fobias específicas
    • Miedos irracionales y bloqueos
    • Ataques de pánico
    • Dolores y somatizaciones
  • Mejora del estado de ánimo. Intervención sobre la depresión y el aislamiento.
  • Actuar sobre la procrastinación. El alcance de metas a través de la organización y responsabilidad sobre el progreso.
  • Inteligencia emocional:
    • Comprender identificar y etiquetar las emociones
    • Gestionar emociones e intervenir los problemas de gestión emocional
    • Manejar la tolerancia a la frustración, dificultades de impulsividad y estallidos
  • Comprender el apego y alcanzar estabilidad:
    • Modificar el patrones de dependencia emocional
    • Desidealizar la romantización de los vínculos
    • Rupturas. Cuándo dejarlo o permitir que se vaya
    • Desarrollar relaciones sanas
    • Responsabilidad afectiva hacia sí mismo/o y los demás
  • Entrenar habilidades para la gestión de conflictos:
    • Implantación de límites y defensa de los propios derechos
    • Asertividad y habilidades de comunicación
    • Elaborar estrategias y entrenar habilidades de afrontamiento
    • Expresión emocional y confrontación de problemas
  • Trabajar el autoconcepto:
    • Integración de la percepción corporal y el valor del cuerpo
    • Autoestima y amor propio
    • Matizar la autoexigencia y el perfeccionismo, integrar el error y el fallo
  • Duelo por:
    • Ruptura o separación,
    • Pérdida,
    • Enfermedad,
    • Divorcio y relaciones tortuosas,
    • Cambios laborales o vitales...
  • Elaboración del trauma. Sanar heridas por la exposición a situaciones adversas, violencia física, verbal y/o emocional.

PRIMERA FASE: EVALUACIÓN

Durante las dos primeras sesiones se realizará una recogida de información general sobre la persona y su problemática actual. Tras este proceso, se hará una presentación gradual de los puntos de trabajo (objetivos) más importantes para el caso. Esta parte supone una primera toma de contacto en la que se produce el vínculo terapéutico y es importante evaluar la comodidad que sienten terapeuta y cliente en el trabajo conjunto.

Si no hay una buena conexión terapeuta-paciene, no te desalientes, las personas somos diferentes por lo que es imposible que encajemos de forma perfecta con todo el mundo. Trata de buscar al profesional con el que sientas comodidad y creas que puedes desarrollar una relación de confianza.

SEGUNDA FASE: INTERVENCIÓN

En esta fase, pese a estar interviniendo en los objetivos planteados, se produce una continua recogida y actualización de información, surgiendo nuevos objetivos y profundizando en la complejidad del paciente.

La intervención se centra en:

  • Autoconocimiento
  • Comprensión de la problemática  y la dimensión mental
  • Adquisición y elaboración de nuevas herramientas
  • Incluir aprendizajes más adaptativos
  • Alivio emocional y consuelo
  • Reparación del autoconcepto
  • Mejora de la calidad de vida

El fin del proceso se produce cuando terapeuta y cliente acuerdan el distanciamiento de las sesiones, encontrándose este último mucho mejor, empoderado y preparado para lidiar con las dificultades vitales sin el apoyo terapéutico.


TERAPIA ASISTIDA CON ANIMALES

La terapia con animales nos aporta a adultos y niños, con cualquier condición física o intelectual, múltiples beneficios, funcionando como motivador y nexo en el tratamiento terapéutico.

Se utiliza de forma complementaria a la terapia tradicional. En algunas ocasiones, se realizan objetivos de forma individual, en la terapia personalizada (por ejemplo centrada en la emoción y la exposición a miedos). En otras ocasiones, se realizan talleres en grupo, trabajando objetivos complementarios e incentivando la dinámica social.

La Terapia Asistida Con Animales (TACA) permite trabajar desde 4 enfoques muy diferentes que dan lugar a una amplia variedad de objetivos: