¿Me están manipulando?

Las rupturas son en general dolorosas pero lo son especialmente cuando la relación también lo fue.

La manipulación consiste en un conjunto de acciones, dirigidas por una persona, con el fin de distorsionar la realidad al servicio de intereses particulares. Aunque se asocia tradicionalmente a las relaciones de pareja, puede ejercerse en cualquier tipo de relación (amistad, familiar, laboral, etc.)

El objetivo de la persona que manipula es: hacer sentir de una forma concreta al otro para conseguir una conducta determinada. Esto puede realizarse de forma consciente o inconsciente.

Socialmente vemos la manipulación como algo hecho por 'malas personas' por lo que no vamos a aceptar esa conducta fácilmente "no soy el tipo de persona que insinúas que soy". Si le reflejamos al otro lo que está haciendo, dado el valor negativo que le damos a la manipulación, lo más seguro y frecuente es que niegue estar haciéndolo por:

  • Falta de consciencia e intencionalidad. Puede pensar que solo manipula quien lo hace a propósito y que no es 'ese tipo de persona'.
  • No querer cambiar una herramienta que le está ayudando a conseguir lo que quiere de la otra parte.

En cualquiera de los dos casos, cuando alguien usa de forma reiterada la manipulación, lo más frecuente es que no reconozca estar haciéndolo. Por ello, es fundamental que atiendas a los siguientes puntos para conocer si los demás o tú mismo/a estáis utilizando herramientas de manipulación y puedas responsabilizarte y rtomar la desión más conveniente.

¿Qué es un 'manipulador/a?

Cualquiera puede manipular con sus acciones. No tiene que ser 'buena' o 'mala' persona para hacerlo, si nos focalizamos en esta idea polarizada de 'malos' vs 'buenos', no identificaremos estar siendo manipulados porque inicialmente a nadie le gusta pensar que está con una 'mala persona'.  Veremos que en realidad ni el malo es tan ogro ni el bueno tan santo.

No es una forma de ser si no un patrón complejo de acciones. El individuo decide velar por sus propios intereses a costa de la responsibilidad con otra/s persona/s.

Es mejor saber que todos podemos manipular y tomar responsabilidad sobre nuestras acciones, a pensar que existen personas manipuladoras por el mundo y por ello debería ir con desconfianza a la hora de conocer a los demás. No necesito tachar a una persona de manipuladora para alejarme de ella, debería valer con saber que 

  • emite conductas manipulativas,
  • que no cambian
  • y me hacen daño. 

¿Por qué manipulamos?

Los motivos por los que manipulamos son multicasualesUna persona puede servirse de la manipulación de forma continua o estar en una fase en la cual la instrumentaliza por otras experiencias o motivaciones personales. La clave está en detectar esas conductas y saber que si ya lo he hablado y no han cambiado, lo más seguro es que no vayan a cambiar a corto plazo.

Signos de manipulación en pareja

Para ver si estamos sufriendo manipulación en una relación de pareja es importante que atendamos menos a las palabras (tanto de esa persona como de las opiniones del grupo de amigos en general) y más a sus conductas conmigo y cómo estas a veces me hacen sentir.

'cuando estamos bien estamos muy bien pero cuando estamos mal... es horrible'

  • Me hace sentir mal, mendigando afecto.
  • Me hace sentir menos, como si no lo mereciera.
  • Me hace sentir que hago todo mal, incluso las cosas que me molestan acaban siendo responsabilidad mía.
  • No reconoce errores cuando yo se lo planteo, solo si los ve él/ella mismo/a. No se responsabiliza de sus acciones.
  • Me duele la cabeza y el estómago, me siento constantemente preocupado/a y no sé por qué.
  • Tiene reacciones que no logro comprender, todo resulta demasiado complejo de solucionar, me genera confusión.
  • Cuando trato de solucionar las cosas no está, no puede, el problema no existe o solo existe para mí.

A veces la manipulación puede leerse como un acto de irresponsabilidad afectiva que trata de buscar una falsa posición de control para atenuar la sensación propia de inseguridad en las vinculaciones afectivas, escusando sus acciones en pretextos como: 'me han hecho mucho daño' 'me han engañado mucho y ya no me fío' 'todos/as decís lo mismo y luego mira'... generando intensa culpa en la víctima, quien se esfuerza en "limpiar su nombre" de acciones que no ha cometido, justificar y aceptar la manipulación: te demostraré que soy diferente' 'te demostraré que no hay qué temer' 'voy a demostrarte que no soy como tu ex'.

Consecuencias de la manipulación

Estar expuestos/as a conductas manipulativas de forma reiterada deja consecuencias psicológicas a corto y largo plazo:

  • Disminución de la autoestima.
  • Problemas de ansiedad y confusión generalizada, aturdimiento.
  • Problemas en el estado de ánimo.
  • Pérdida de vínculos y sostén social (amistad, laboral, familiar...) por dedicarle tanta atención a la preocupación en pareja.
  • Trastornos del estado de ánimo y depresión.
  • Somatizaciones y problemas de alimentación (dolor de cabeza y estómago).

Y, aunque la persona que manipula trata de asegurar la dominancia y el control de la relación, genera a cambio una dinámica relacional de desconfianza, inseguridad y baibenes emocionales, basada en el miedo para poder mantenerla.  

Es una bomba de relojería que acaba mermando la salud de la pareja y, por lo tanto, en ruptura.

Una dinámica de pareja desequilibrida y edificada en una relación de dominancia-sometimiento difícilmente puede mantenerse, la dinámica es muy difícil de romper y cambiar dado que uno de los integrantes se está beneficiando de la dinámica de poder. En algunas parejas estos roles pueden ir cambiando, en cualquier caso el juego seguiría siendo dominar o ser dominado/a, manteniendo continuas tensiones y luchas de poder que perjudican el bienestar emocional.

Cómo es una relación saludable

La mejor forma de construir y decidir sobre una relación es a través de la responsabilidad afectiva, sumir las consecuencias que tienen mis actos en los demás.

Corresponsabilidad:   mis acciones ↔️ los demás 

sus acciones ↔️ yo

EL diálogo y la escucha son las herramientas en la que se fundamenta una relación sana. Nos permite:

  • vernos como un equipo frente al problema en lugar de vernos como bandos enfrentados. 
  • apoyarnos emocionalmente y comprender el punto de vista del otro.

Si alguno de los miembros de la pareja tiene miedos derivados de experiencias pasadas, la única forma de tratar de aplacar la sensación de amenaza es hablando y confiando en lo que dice mi pareja. Que me sucedieran engaños en el pasado, no quiere decir que esté ocurriendo ahora.

Si la sensación de inseguridad es persistente y está afectando a la relación, no dudes en acudir a un profesional de la psicología. La terapia te ayudará a gestionar tus emociones, atenuar la culpa y tratar de comprender qué está haciéndote daño.
No manipulando.

Con este post espero haber ayudado y transmitido que las relaciones no están hechas para ser vividas desde el dolor si no desde la relativa calma. Que los conflictos en las relaciones son habituales pero no todos nos hacen sentir de la misma manera  y a tomar perspectiva sobre el papel que jugamos en la responsabilidad con los demás.

Un abrazo.

- Patricia Rubio Fernández