El 'Hoovering' es una técnica de manipulación empleada una vez efectuada la ruptura de pareja.
La persona que la utiliza trata de traer de vuelta (aspirar) a la persona con la que mantenía una relación. Busca continuar con la dinámica de dominancia tras haber cortado la relación romántica. Aparenta arrepentimiento o victimismo, instrumentaliza a su expareja con la finalidad de que vuelva pensando que será diferente, sumiéndose en un ciclo de 'tomar y dejar' orquestado por la persona que manipula para sentir control.
La influencia de los medios sobre los mitos del amor romántico
La acción y adrenalina trasladados al cine pretenden entretener al público y mantenerle enganchados hasta el final de la película. En cambio, las películas románticas tienen factores tan coloquiales que nos han hecho pensar que la acción en las mismas y sus altibajos son naturales en las relaciones de pareja. Recuerda que el mundo del entretenimiento no está para educarnos si no para eso, para entretenernos.
Desde el cine y los libros se romantiza la toma de decisiones impulsivas. Las parejas rompen tras discusiones/enfados, vuelven al poco llorando como si todo lo que les había enfrentadao se solucionara por el mero hecho de estar enamorados, que la ruptura fue el mayor error de su vida y no pueden permitirse perder a alguien tan único, finalmente, se reconcilian apasionadamente. Se traslado la idea de que la sensación de estar al filo de la navaja es 'amor verdadero'.
En cambio, que una persona rompa la relación por una discusión/enfado es un gesto de irresponsabilidad e inmadurez emocional. En una relación sólida y "con amor del bueno", la ruptura debe ser reflexionada, por situaciones que nos hacen daño estando juntos y no podemos cambiar a corto-medio plazo.
La vida fuera de la ficción
La decisión de cesar una relación en la vida real se debe basar en:
- ideas premeditadas,
- por circunstancias que no funcionan,
- que se arrastran y repiten,
- y que, aunque se comuniquen, no cambian en la relación
por lo que de forma racional, volver a algo que no funcionaba... no garantiza que esta vez vaya a ser mejor.
De forma añadida, si la relación ha sido tortuosa previamente, volver a tener una relación o conservar una amistad no va a hacer que la relación sea equilibrada.
Quien forma una relación beneficiándose y sintiéndose cómodo/a en el desequilibrio dificilmente va a permitir retomar cualquier otro tipo de relación desde la equidad. Si en tu relación amorosa no ha existido comunicación, aceptación, escucha y apoyo emocional mutuo, no va a surgir desde la ruptura.
Distinguir la manipulación de la intención de reparar
Cuando una expareja vuelve con la idea de retomar la relación, la otra parte, que se encuentra en duelo, debe sopesar bien si los factores por los que se separaron han cambiado o tienen posibilidad de cambio con trabajo personal. La terapia individual podría ser un medio, pero no garantiza que se vaya a producir un cambio por lo que si se decide volver a la relación debe ser con la posibilidad de que es probable que las cosas no funcionen de nuevo, pese a que queramos luchar y dar otra oportunidad a las relación ambas partes.
Cuando una expareja viene con la idea de retomar la relación, pero con la intencionalidad de seguir ejerciendo control sobre la pareja, veremos incongruencias en su forma de actuar y lo que dice, sobrerromantización de lo que hemos significado en la relación y la idea de que no se había dado cuenta hasta ahora, también podría darse hostilidad y uso continuo de la culpa para que el otro piense que la responsabilidad de que la relación no funcionara es suya y 'darle la vuelta a la tortilla' (herramienta que ya usaba en la relación).
Algunas señales que te permitirán analizar si está utilizando la manipulación emocional (además de tu propia sensación de tensión, descontrol y dolor) son:
- Busca la escusa para contactar en fechas especiales: navidades, cumpleaños, el aniversario, etc. Busca cualquier escusa para escribirte, pero no pide perdón de forma sincera haciendo un análisis de cosas que podría cambiar.
- Contacta recordándote las cosas buenas que haciais juntos/as bajo el pretexto 'te echo de menos' (lugares, recuerdos y momentos divertidos,...)
- Manda de la nada contenido con significado emocional (la peli que visteis en casa, tu canción favorita,...)
- Usa a familia o amigos para llegar a tí, les dice que te echa de menos, de todo lo que se arrepiente,... También podría dar la cara contraria y tratar de utilizarlos a su favor hablándoles de lo mal que lo está pasando o lo mal que te has portado.
- Se presenta en tu casa o trabajo como si fuera aún tu pareja. Muestra un romanticismo desmedido 'como al principio' y, de pronto, hace todo lo que le costaba horrores hacer en pareja pese a comunicárselo mil veces estando juntos/as.
- Victimismo. Usa cualquier accidente grave real o inventado (susto de salud, muerte, lesión, intento de suicidio o daño, problema de algún familiar, etc) para hablarte, busca que te preocupes por él/ella y reclama tu ayuda. Trasmite la imprsión de que te necesita.
No te permite pasar página
El/la manipulador/a pulsa teclas emocionales que buscan captar la atención de la persona en el momento de duelo.
Estas teclas activan los centros del dolor y el cerebro reacciona tratando de anestesiar (reproduce, en bucle, momentos felices y sensaciones placenteras paliando el dolor).
Esta reacción cerebral tan contradictoria, la interpretamos erróneamente como una señal de querer o necesitar volver a la relación.
En el momento de duelo es muy complicado discernir estas actitudes. quien manipula es consciente y se aprovecha de ese bajón emocional.
Lidiar con la sensación de dependencia emocional es muy duro. El duelo nos expone a la pérdida y nos hace experimentar tristeza, vacío y dolor. Otros factores como el miedo a la pérdida, la baja tolerancia a las emociones desagradables, la urgencia y la incomprensión del duelo hacen atractiva la opción de volver a una relación en la que no eramos felices.
Algunas pautas para lidiar con el dolor
A veces, para hacerte más fácil y menos tortuoso el duelo tendrás que tomar decisiones complicadas, pero te ayudarán a tener mayor responsabilidad y respeto con cómo te sientes. Te dejo algunas:
- Pide espacio sin contacto (contacto cero) para disminuir dolor cerebral y poder escuchar lo que quiere uno/a mismo/a con menos tensión emocional. Tomar espacio para analizar cómo te sientes desvinculándote por completo de imagenes y mensajes no es irresponsable, disminuye el nivel de confusión interno y la capacidad de control que puede tener la otra persona tras la ruptura.
- Apóyate en alguien externo, que te ayude, sin juzgarte, a discernir las situaciones (amigo, familia, conocido,...).
- Si no te sientes capaz de cortar algo que te hace daño, pide ayuda profesional, te dará herramientas para aumentar seguridad y comprender lo que sientes.
- Póntelo más fácil, controla el entorno y no a tu expareja. Busca espacios de desconexión pasando tiempo con los demás y realizando autocuidados, desconecta de las redes y apaga el móvil.
Y recuerda: No te dejes engañar. Quien se sirve del desequilibrio y control en la relación, tratará de volver para continuar ejerciendo dominio sobre nosotros/as, no permitiéndonos reparar heridas.
Espero con este post haber ayudado a reconocer algunas señales de irresponsabilidad afectiva, una vez se produce la ruptura de pareja, y desromantizaralgunos mitos que siguen haciéndonos daño.
Un fuerte abrazo.
- Patricia Rubio Fernández